UN SOLO GOBIERNO – UN UNICO PLAN
Quiero iniciar el desarrollo del presente tema, haciendo hincapié en lo que hoy parece irrefutable: la comprensión de que un modelo de administración se encuentra agotado y la convicción de que los Municipios y otros organismos públicos deben iniciar urgentes acciones que los lleven hacia un nuevo modelo de gestión.
He visitado un gran número de Municipios Argentinos y creo que en todos he diagnosticado un primer mal que a todos afecta, el pensamiento compartimentalizado, la idea de varios Gobiernos o gestiones de Gobierno en un mismo Gobierno; así es posible identificar: la gestión del área de Salud y Acción Social, confrontando con la de Obras y Servicios Públicos; la de Obras y Servicios Públicos con la de Economía; la de Economía con el área de Cultura y con todas las demás; las de Gobierno y Coordinación pretendiendo coordinar y descoordinando todo; en fin, un verdadero galimatías que transmite sus efectos perversos a todos los niveles de la organización.
Se impone entonces, resolver antes que todo, esta cuestión que si bien puede parecernos básica o intrascendente; es hoy, uno de los principales factores que impactan negativamente en cada administración; y ello se resuelve con el entendimiento de que hay una sola gestión de Gobierno; cuyo objetivo, principal es el de:
Satisfacer necesidades públicas
Y comprendiendo que dentro de los cúmulos de dichas necesidades hay algunas que deberán ser resueltas con mayor urgencia a otras; esto es, habrá que definir prioridades; pero esta definición, deberá ser tema del Gobierno en su conjunto y no resultado de la confrontación de las áreas individuales.
A ello debemos, agregar, que cuando la definición surge de la confrontación de las áreas de manera individual, generalmente no surge como resultado una correcta definición de las prioridades en cuanto a necesidades ciudadanas a satisfacer; sino que, la mayoría de las veces, resulta ganador del proceso de confrontación; aquel, que por distintos motivos acumula mayor poder político o negociador dentro del Gobierno; resultando de ello, que lo que se satisface en primer lugar, son las necesidades políticas de tal o cual sector; pero no, las necesidades más urgentes de la comunidad.
Una primera conclusión, que debe ser básica en un nuevo modelo de gestión es que:
No hay varios Gobiernos, sin tan solo uno; pero si un cúmulo de necesidades públicas que el debe satisfacer; y debe ser la tarea de las áreas que lo componen, determinar las prioridades; una vez hecho, todas deben encolumnarse en un compromiso común para la prestación de los servicios necesarios para su satisfacción; los que deberán prestarse en la cantidad suficiente (eficacia); con el menor uso de recursos (eficiencia) y con un nivel de calidad que cubra las expectativas y deseos de los usuarios.
Otro aspecto que es básico en un nuevo modelo y que en muchas ocasiones repito, es que si observamos una organización municipal, funcionando en sus aspectos estratégicos mejor que otra u otras, no es ello producto de la casualidad; sino que, contrariamente, es el resultado de la implementación de políticas y planes de acción que involucrando distintos factores, producen a mediano y largo plazo, mejoras concretas de fácil visualización, mensurables desde el punto de vista cuantitativo, como también cualitativo.
Una segunda conclusión:
Se deben formular los planes y programas de acción que involucren a los distintos factores y áreas de acción, fijando cronogramas y responsables para su eficaz y oportuno cumplimiento.
Dichos programas deben surgir del consenso de las áreas intervinientes en el Gobierno, el plan debe ser único; pues solo ello evitará, la anarquía de las acciones individuales y la merituación de los objetivos individuales como un fin en sí mismo, en detrimento de las finalidades generales del Gobierno; por lo tanto, una tercera conclusión:
Existencia de “un solo Gobierno” y de “un único Plan”
GESTION Y FINANZAS: DOS CONCEPTOS INDISOLUBLES
Hemos hablado de un único Gobierno; esto es, “no” a los compartimento estancos y a sus objetivos individuales como un fin en sí mismo, y de la necesidad de un plan consensuado, de cumplimiento obligatorio, con cronogramas que determinen etapas y fechas, designando responsables que se hagan cargo de que ellos se cumplan tal cual fueron estipulados.
En este marco, en la comprensión del “todo relacionado”, es donde debemos ubicar a los Municipios que hoy ostentan indicadores positivos en las distintas áreas de actuación; en entender que GESTION Y FINANZAS son dos conceptos que operan indisolublemente, y que es imposible suponer, que lograremos éxito en materia de administración financiera, si en forma paralela no acompañamos una gestión que de sus acciones resulten altos niveles de satisfacción de quienes son usuarios finales de los servicios y naturalmente, por dicha circunstancia y tan sólo por ella –satisfacción por servicios y prestaciones efectivamente recibidas en la calidad deseada-, irrenunciables obligados al pago desde el punto de vista ético –jurídico, en virtud a que su contribución propende al bien común y que ella es irrenunciable por cuanto viene impuesta por la ley que le da legitimidad.
Gestión y finanzas son dos conceptos que operan indisolublemente y es impensable suponer altos rendimientos en materia financiera, si ello no va acompañado de altos índices de satisfacción ciudadana por las acciones que conforman nuestra gestión pública.
EFICACIA EN LA GESTION-EFICACIA EN LA RECAUDACIÓN
Antes he dicho que gestión y finanzas son dos conceptos que operan en forma indisoluble; en un extremo, a mala gestión-bajísima recaudación y en el otro a medida que mejoremos la performance de nuestra gestión, subirán los indicadores de rendimiento económico, hasta llegar a cifras que en ambas ecuaciones podremos calificar de óptima: satisfacción del ciudadano por servicios recibidos –óptimo cumplimiento en materia de pago de sus obligaciones tributarias.
Para posibilitar estudiar con detenimiento la gestión, su eficacia y los factores intervinientes, es conveniente dividir el campo en dos áreas diferenciadas –si bien ella es una e indivisible-, una es la asociado a la gestión externa a la organización; la otra, la que se vincula a los factores que intervienen en la gestión interna de la misma.
He de destacar que no es propósito de este artículo y tampoco ello sería posible, examinar con detenimiento todos los factores que enumeraremos y brevemente conceptualizaremos que inciden en calidad o eficacia de la gestión tanto externa como interna; pero sí, es pretensión, presentar un nuevo modelo global de administración y gestión municipal con los factores, conceptos y elementos que en él deberán intervenir, necesariamente interrelacionados de manera armónica, para de esta manera, como ya hemos dicho, obtener la eficacia del conjunto, a través de la suma de los resultados de las partes, en un modelo orgánico, sustentado y organizado bajo un objetivo común: satisfacer en cantidad y calidad las necesidades públicas comunitarias.
GESTION EXTERNA
SATISFACER AL CIUDADANO
Tenemos que orientar nuestras decisiones globales y las particulares de nuestros agentes municipales hacia la satisfacción del ciudadano/contribuyente.
En este sentido, todo el andamiaje de la administración, debe tener como objetivo central, servicios de calidad y satisfacción plena del ciudadano/contribuyente.
Es necesario entender, que los ciudadanos no se conforman ya, con promesas electorales con sistema que demagógicamente pretenden moldear voluntades a través de asistencialismos inescrupulosos, que en su gran mayoría resultan ofensivos para quienes se destinan; pues ellos, han aprendido, que tienen derechos irrenunciables como ciudadanos, a recibir del Estado Administrador, servicios públicos que les posibilite mejorar su calidad de vida y que este último tiene la obligación inexcusable e irrenunciable de prestárselos en la cantidad requerida y con la calidad debida.
Ellos han aprendido que tienen derechos irrenunciables como ciudadanos a recibir del Estado Administrador servicios públicos que les posibiliten mejorar su calidad de vida y que éste, tiene la obligación inexcusable e irrenunciable de prestárselos en la cantidad requerida y con la calidad debida.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN MATERIA DE DISEÑO Y CONTROL DE CALIDAD DE LOS SERVICIOS
Unido a lo anterior, se hace imprescindible entender que innumerables veces lo que los ciudadanos-contribuyentes quieren, no es necesariamente lo que los funcionarios manejan la organización municipal creen que el ciudadano-contribuyente, quiere.
Y esto nos lleva a una segunda cuestión trascendente en materia de gestión:
Es necesario promover canales de participación ciudadana, que faciliten la intervención de los usuarios en materia de diseño de los servicios municipales y en el control de su calidad final
Es impostergable integrar al ciudadano, colocando a toda la organización, en situación y actitud de escucharlo y pensar como él; estar atento a sus necesidades, considerarlo como cliente, diseñando los servicios y ofertas en función de sus requerimientos y necesidades.
UN SOLO GOBIERNO – UN UNICO PLAN
Quiero iniciar el desarrollo del presente tema, haciendo hincapié en lo que hoy parece irrefutable: la comprensión de que un modelo de administración se encuentra agotado y la convicción de que los Municipios y otros organismos públicos deben iniciar urgentes acciones que los lleven hacia un nuevo modelo de gestión.
He visitado un gran número de Municipios Argentinos y creo que en todos he diagnosticado un primer mal que a todos afecta, el pensamiento compartimentalizado, la idea de varios Gobiernos o gestiones de Gobierno en un mismo Gobierno; así es posible identificar: la gestión del área de Salud y Acción Social, confrontando con la de Obras y Servicios Públicos; la de Obras y Servicios Públicos con la de Economía; la de Economía con el área de Cultura y con todas las demás; las de Gobierno y Coordinación pretendiendo coordinar y descoordinando todo; en fin, un verdadero galimatías que transmite sus efectos perversos a todos los niveles de la organización.
Se impone entonces, resolver antes que todo, esta cuestión que si bien puede parecernos básica o intrascendente; es hoy, uno de los principales factores que impactan negativamente en cada administración; y ello se resuelve con el entendimiento de que hay una sola gestión de Gobierno; cuyo objetivo, principal es el de:
Satisfacer necesidades públicas
Y comprendiendo que dentro de los cúmulos de dichas necesidades hay algunas que deberán ser resueltas con mayor urgencia a otras; esto es, habrá que definir prioridades; pero esta definición, deberá ser tema del Gobierno en su conjunto y no resultado de la confrontación de las áreas individuales.
A ello debemos, agregar, que cuando la definición surge de la confrontación de las áreas de manera individual, generalmente no surge como resultado una correcta definición de las prioridades en cuanto a necesidades ciudadanas a satisfacer; sino que, la mayoría de las veces, resulta ganador del proceso de confrontación; aquel, que por distintos motivos acumula mayor poder político o negociador dentro del Gobierno; resultando de ello, que lo que se satisface en primer lugar, son las necesidades políticas de tal o cual sector; pero no, las necesidades más urgentes de la comunidad.
Una primera conclusión, que debe ser básica en un nuevo modelo de gestión es que:
No hay varios Gobiernos, sin tan solo uno; pero si un cúmulo de necesidades públicas que el debe satisfacer; y debe ser la tarea de las áreas que lo componen, determinar las prioridades; una vez hecho, todas deben encolumnarse en un compromiso común para la prestación de los servicios necesarios para su satisfacción; los que deberán prestarse en la cantidad suficiente (eficacia); con el menor uso de recursos (eficiencia) y con un nivel de calidad que cubra las expectativas y deseos de los usuarios.
Otro aspecto que es básico en un nuevo modelo y que en muchas ocasiones repito, es que si observamos una organización municipal, funcionando en sus aspectos estratégicos mejor que otra u otras, no es ello producto de la casualidad; sino que, contrariamente, es el resultado de la implementación de políticas y planes de acción que involucrando distintos factores, producen a mediano y largo plazo, mejoras concretas de fácil visualización, mensurables desde el punto de vista cuantitativo, como también cualitativo.
Una segunda conclusión:
Se deben formular los planes y programas de acción que involucren a los distintos factores y áreas de acción, fijando cronogramas y responsables para su eficaz y oportuno cumplimiento.
Dichos programas deben surgir del consenso de las áreas intervinientes en el Gobierno, el plan debe ser único; pues solo ello evitará, la anarquía de las acciones individuales y la merituación de los objetivos individuales como un fin en sí mismo, en detrimento de las finalidades generales del Gobierno; por lo tanto, una tercera conclusión:
Existencia de “un solo Gobierno” y de “un único Plan”
GESTION Y FINANZAS: DOS CONCEPTOS INDISOLUBLES
Hemos hablado de un único Gobierno; esto es, “no” a los compartimento estancos y a sus objetivos individuales como un fin en sí mismo, y de la necesidad de un plan consensuado, de cumplimiento obligatorio, con cronogramas que determinen etapas y fechas, designando responsables que se hagan cargo de que ellos se cumplan tal cual fueron estipulados.
En este marco, en la comprensión del “todo relacionado”, es donde debemos ubicar a los Municipios que hoy ostentan indicadores positivos en las distintas áreas de actuación; en entender que GESTION Y FINANZAS son dos conceptos que operan indisolublemente, y que es imposible suponer, que lograremos éxito en materia de administración financiera, si en forma paralela no acompañamos una gestión que de sus acciones resulten altos niveles de satisfacción de quienes son usuarios finales de los servicios y naturalmente, por dicha circunstancia y tan sólo por ella –satisfacción por servicios y prestaciones efectivamente recibidas en la calidad deseada-, irrenunciables obligados al pago desde el punto de vista ético –jurídico, en virtud a que su contribución propende al bien común y que ella es irrenunciable por cuanto viene impuesta por la ley que le da legitimidad.
Gestión y finanzas son dos conceptos que operan indisolublemente y es impensable suponer altos rendimientos en materia financiera, si ello no va acompañado de altos índices de satisfacción ciudadana por las acciones que conforman nuestra gestión pública.
EFICACIA EN LA GESTION-EFICACIA EN LA RECAUDACIÓN
Antes he dicho que gestión y finanzas son dos conceptos que operan en forma indisoluble; en un extremo, a mala gestión-bajísima recaudación y en el otro a medida que mejoremos la performance de nuestra gestión, subirán los indicadores de rendimiento económico, hasta llegar a cifras que en ambas ecuaciones podremos calificar de óptima: satisfacción del ciudadano por servicios recibidos –óptimo cumplimiento en materia de pago de sus obligaciones tributarias.
Para posibilitar estudiar con detenimiento la gestión, su eficacia y los factores intervinientes, es conveniente dividir el campo en dos áreas diferenciadas –si bien ella es una e indivisible-, una es la asociado a la gestión externa a la organización; la otra, la que se vincula a los factores que intervienen en la gestión interna de la misma.
He de destacar que no es propósito de este artículo y tampoco ello sería posible, examinar con detenimiento todos los factores que enumeraremos y brevemente conceptualizaremos que inciden en calidad o eficacia de la gestión tanto externa como interna; pero sí, es pretensión, presentar un nuevo modelo global de administración y gestión municipal con los factores, conceptos y elementos que en él deberán intervenir, necesariamente interrelacionados de manera armónica, para de esta manera, como ya hemos dicho, obtener la eficacia del conjunto, a través de la suma de los resultados de las partes, en un modelo orgánico, sustentado y organizado bajo un objetivo común: satisfacer en cantidad y calidad las necesidades públicas comunitarias.
GESTION EXTERNA
SATISFACER AL CIUDADANO
Tenemos que orientar nuestras decisiones globales y las particulares de nuestros agentes municipales hacia la satisfacción del ciudadano/contribuyente.
En este sentido, todo el andamiaje de la administración, debe tener como objetivo central, servicios de calidad y satisfacción plena del ciudadano/contribuyente.
Es necesario entender, que los ciudadanos no se conforman ya, con promesas electorales con sistema que demagógicamente pretenden moldear voluntades a través de asistencialismos inescrupulosos, que en su gran mayoría resultan ofensivos para quienes se destinan; pues ellos, han aprendido, que tienen derechos irrenunciables como ciudadanos, a recibir del Estado Administrador, servicios públicos que les posibilite mejorar su calidad de vida y que este último tiene la obligación inexcusable e irrenunciable de prestárselos en la cantidad requerida y con la calidad debida.
Ellos han aprendido que tienen derechos irrenunciables como ciudadanos a recibir del Estado Administrador servicios públicos que les posibiliten mejorar su calidad de vida y que éste, tiene la obligación inexcusable e irrenunciable de prestárselos en la cantidad requerida y con la calidad debida.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN MATERIA DE DISEÑO Y CONTROL DE CALIDAD DE LOS SERVICIOS
Unido a lo anterior, se hace imprescindible entender que innumerables veces lo que los ciudadanos-contribuyentes quieren, no es necesariamente lo que los funcionarios manejan la organización municipal creen que el ciudadano-contribuyente, quiere.
Y esto nos lleva a una segunda cuestión trascendente en materia de gestión:
Es necesario promover canales de participación ciudadana, que faciliten la intervención de los usuarios en materia de diseño de los servicios municipales y en el control de su calidad final
Es impostergable integrar al ciudadano, colocando a toda la organización, en situación y actitud de escucharlo y pensar como él; estar atento a sus necesidades, considerarlo como cliente, diseñando los servicios y ofertas en función de sus requerimientos y necesidades.
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